Un clásico muy rápido y socorrido:
- 2 huevos
- 50 g de nuestro queso preferido (yo prefiero algún semicurado)
- sal
- pimienta blanca molida
- aceite
Cascamos los huevos y los batimos en un plato o bol, con una pizca de sal y otra de pimienta. Rallamos el queso y lo añadimos a los huevos batidos. Calentamos una sartén con un poco de aceite y echamos el huevo, cuajando bien los dos lados. ¡Ya está!
Os comento que, aunque se puede usar queso rallado de sobre, este no es el idóneo, ya que las sales fundentes que le añaden provocan que el resultado no sea el mejor, pero si no hay otra cosa...
Os comento que, aunque se puede usar queso rallado de sobre, este no es el idóneo, ya que las sales fundentes que le añaden provocan que el resultado no sea el mejor, pero si no hay otra cosa...
No sabía de esas sales fundentes.
ResponderEliminarBueno, la tortilla tiene una pintaza, y lo de la pimienta blanca... nunca se la había puesto.
¡Vamos a copiar otra vez amiguitos!
Gracias