Esta receta de pan es una estupenda idea para preparar unas hamburguesas caseras. Solo necesitas la carne y el tomate, porque el bacon y el queso ya están integrados en los panecillos.
También los puedes servir en un desayuno salado o para la merienda. Seguro que le encuentras más de un uso.
No te asustes por el aspecto tostado que tienen. Solo es por la fotografía. La lista de ingredientes la tienes a continuación:
- 350 g de harina de media fuerza
- 100 g de bacon en tiras
- 50 g de queso emmental rallado
- 7 g de levadura de panadería liofilizada o 15 de levadura fresca
- 2 cucharadas de ajo en polvo
- 1 cucharada de sal
- 100 ml de aceite de oliva
- 100 ml de agua tibia
Si utilizamos levadura fresca, la disolvemos en el agua tibia y dejamos reposar unos 15 minutos. Si la utilizamos liofillizada, solamente la disolvemos en el agua y removemos con un tenedor.
Si tenemos amasadora ponemos los ingredientes en este orden: harina, ajo en polvo, aceite y el agua tibia. En una esquina ponemos la sal y esparcimos por toda la mezcla el bacon y el queso. Amasamos hasta conseguir una masa homogénea que se despegue de las paredes.
Para hacerlo a mano formamos un volcán con la harina y añadimos todos los ingredientes. Amasamos con mucho cuidado hasta que la masa se nos despegue con facilidad con las manos.
Formamos una bola y dejamos que leve en un bol que habremos engrasado un poco. Cubrimos con una lámina de film hasta que la masa doble su volumen.
Espolvoreamos una superficie plana con un poco de harina y nos untamos las manos. Amasamos para sacar el aire. Cortamos en porciones y las boleamos, dejando reposar en una bandeja y cubriendo los panes con un paño al menos duante 1 hora.
Calentamos el horno a 180º C. Ponemos la bandeja en el horno y dejamos que se cuezan los panes durante 20 minutos. Para generar un poco de humedad en el interior, pulverizamos con un poco de agua o ponemos un bol con unos hielos en el fondo del horno.
Cuando al golpearlos suenen ligeramente a hueco estarán listos. Los sacamos y los dejamos templar, y después los pasamos a una rejilla para que terminen de enfriarse. ¡Y ya están listos!
