Este mes toca un desafío dulce, y nos hemos ido hasta Europa del Este e Israel para preparar un pan dulce llamado Babka que está buenísimo y es bastante más sencillo de preparar, sobre todo si tenemos amasadora o panificadora para elaborar la masa. El mío ha quedado un poco feo, pero muy rico.
Para elaborar este pan dulce relleno, me he decidido por la canela. Estos son los ingredientes que vamos a necesitar:
Para la masa:
- 400 g de harina
- 100 g de azúcar
- 100 g de mantequilla a temperatura ambiente
- 2 huevos
- 7 g de levadura de panadería liofilizada
- 50 ml de agua
- 50 ml de leche
- 1 pizca de sal
- 75 g de azúcar
- 4 cucharadas de canela
- 75 g de mantequilla fundida
- 50 g de nueces peladas
- 50 g de pasas
Notaremos que la masa está muy blanda, así que vamos incorporando poco a poco más harina hasta conseguir que esta se despegue de las manos con facilidad. Engrasamos un bol con un poco de mantequilla y dejamos reposar la masa cubierta con film. Podemos espolvorear con un poco de harina. Debe levar como mínimo hasta el doble de su volumen.
Preparamos el relleno con 50 gramos de mantequilla derretida y 60 gramos de azúcar. Removemos muy bien e incorporamos 3 cucharadas de canela. Sacamos la masa del bol y la estiramos hasta conseguir una masa de un par de centímetros de grosor. Extendemos por toda la masa el relleno, las nueces picadas y las pasas. Enrollamos y dejamos en un molde o sobre una bandeja para que vuelva a doblar su volumen.
Cuando tengamos la masa lista, mezclamos el resto de la mantequilla con el de azúcar y la cucharada de canela que nos queda. Untamos la superficie con la cobertura y precalentamos el horno a 200ºC.
Metemos el babka en la parte baja del horno y dejamos calor solo abajo. Horneamos durante 15 minutos, y luego apagamos el horno y dejamos dentro 15 minutos más, hasta que al golpear la masa suene a hueco. Dejamos reposar y cuando esté frío lo cortamos en rebanadas. Es genial para el desayuno o la merienda, y también como postre.
