Una deliciosa y sencilla receta, ideal para los días fríos.
- 600 g de champiñones frescos
- 2 dientes de ajo
- 200 ml de nata para cocinar
- 300 ml de leche desnatada
- 100 ml de aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
En una cazuela ponemos a calentar el aceite y los dos dientes de ajo picados. Cuando esté dorados añadimos los champiñones limpios y cortados en rodajas con un poco de sal y los salteamos. Incorporamos la nata y la leche y llevamos a ebullición. Bajamos el fuego y tapamos la cacerola, Dejamos hervir unos veinte minutos controlando que no se salga la leche, y cuando veamos que los champiñones están blandos los pasamos por la batidora, rectificamos de sal y añadimos un poco de pimienta. Volvemos a calentar y servimos inmediatamente.