Aquí tienes una nueva receta muy sencilla y perfecta para servir como aperitivo. Con muy pocos ingredientes te puedes marcar un entrante distinto que seguro que sorprenderá a tus invitados.
Para preparar estos ricos aperitivos necesitarás:
- 50 g de pan rallado
- 50 g de queso rallado en polvo
- 1 huevo
- Especias variadas (pimienta, orégano, eneldo... las que prefiramos)
- Aceite para freír
En un plato batimos el huevo. Ponemos el pan, el queso y las especias que hayamos elegido y dejamos que se empape todo un poco con el huevo.
Mezclamos todo muy bien hasta conseguir una bola compacta pero que no esté demasiado dura. Si la notáramos muy líquida, añadiremos un poco más de pan rallado y seguimos amasando.
Con ayuda de una manga pastelera que tenga boquilla de estrella o un aparato similar (yo he utilizado la jeringa del kit para preparar galletas prepara silik, que sirve también para esto) vamos haciendo bastones alargados, o les damos la forma que más nos guste.
Metemos los churros unos minutos en la nevera mientras ponemos abundante aceite a calentar. Cuando esté a la temperatura idónea freímos los churros en pequeñas cantidades durante más o menos un minuto y medio hasta que estén dorados. Los sacamos y los dejamos escurrir en un poco de papel.
Los podemos servir como acompañamiento en sustitución de las clásicas patatas fritas, acompañados de nuestra salsa preferida. Quedan crujientes por fuera y esponjosos por dentro. ¡Tienes que probarlos!
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