Me encantan los platos de cuchara que tienen algo diferente. Un ejemplo es este mar y montaña que combina las propiedades de la verdura y los mariscos en un primer plato ideal para cualquier ocasión.
Con ingredientes muy básicos, tienes un plato sencillamente fabuloso. Está es la lista:
- 300 g de zanahorias
- 200 g de patatas
- 1 calabacín
- 1 cebolla
- 200 g de almejas
- 100 ml de vino blanco
- 2 dientes de ajo
- Perejil picado
- Aceite de oliva
- Sal
En una cacerola honda ponemos un poco de aceite a calentar. Pelamos y picamos la cebolla en juliana. La ponemos a dorar a fuego medio hasta que empiece a tomar color.
Cuando la cebolla esté dorada añadimos las verduras cortadas en trozos grandes. Podemos tenerlo todo preparado y congelarlo para cuando queramos hacer la crema, en cuyo caso removemos un poco más de tiempo para que se empiece a descongelar.
Cubrimos con agua caliente y tapamos la cacerola. Dejamos que las verduras se hagan bien durante media hora más o menos, vigilando que no se consuma demasiado el caldo. Pasamos por la batidora y probamos de sal, rectificando si hace falta.
Abrimos las almejas en una sartén con un poco de aceite y regamos con el vino, dejando que se evapore el alcohol por completo. Mientras, ponemos la crema de verduras a calentar un poco.
Preparamos un majado en un mortero. Pelamos los dientes de ajo y los añadimos al mortero con una pizca de sal, perejil picado y un par de cucharadas de aceite. Machacamos bien y reservamos.
Servimos la crema de verduras con unas cuantas almejas, que regaremos con un poco del majado justo en el momento de llevar a la mesa. Seguro que más de uno te pide repetir.