500 g de pechuga de pollo 1 calabacín 3 mandarinas 6 cucharadas de salsa de soja Curry Aceite Sal Ponemos a calentar un cazo con agua, añadimos una pizca de sal y otra de curry. Cortamos en tiras finitas el calabacín y el pollo. Cuando el agua esté hirviendo blanqueamos el calabacín y el pollo, dejándolos en el agua más o menos un minuto. Mientras ponemos a calentar una sartén grande (o mejor un Wok si lo tenemos) con un chorro de aceite. Sacamos los ingredientes del cazo y los escurrimos bien, y los echamos en la sartén con la salsa de soja. Exprimimos las mandarinas y echamos el zumo, y rehogamos todos los ingredientes muy bien. En el momento de servir añadimos la ralladura de la cáscara de una de las mandarinas que hemos exprimido.